En una sesión lo primero que hacemos es solicitar tu permiso para poder entrar en contacto con tu ser. Entonces tomándote de las manos, voy percibiendo y anotando todo lo que veo. Después comparto contigo lo canalizado y vamos comentando en función de tu momento actual y la intención de tu visita. Con toda la información te ofrezco orientaciones y herramientas para que puedas entender, ver y liberar la necesidad en cuestión. Estas herramientas pueden ser una combinación de:
Diálogos que te permiten ampliar la perspectiva.
Afirmaciones para empoderarte mediante el poder de la palabra.
Ejercicios que te ayudan con determinadas conductas.
Meditaciones o relajaciones que te aportan serenidad y calma.
Símbolos canalizados que mueven y focalizan la intención de tu energía.
Rituales para poner tu atención y tu intención responsable en la situación.
Mensajes divinos de seres de Luz.
Las sesiones no responden a un formato o estructura establecida porque cada persona es un universo en sí mismo, por eso, lo que percibo y propongo se ajusta a tu persona, momento y situación. De esta manera las propuestas y visualizaciones pueden ser muy diferentes de una persona a otra, e incluso para una misma persona cuando realiza diferentes sesiones.
La duración media en una primera consulta puede oscilar entre los 60 y los 90 minutos, mientras que las sesiones de reajuste sobre un mismo aspecto no exceden los 60 minutos como máximo.