Soy vulnerable,
como un halo inexorable
que se esfuma si lo pretendes.
La fragilidad de mi ser
se debilita ante la idea
de la inexistencia.
Mas busco en tu mirada
todo aquello que perpetúa
lo inconmensurable
de esta ínfima vida.
Soy vulnerable
y puedo percibir cientos de alfileres
penetrando el onírico de mi vehemencia.
Sabes,
me quiebro.
Me quiebro en mil pedazos
o cientos de miles…
Me quiebro,
una y mil veces
y mis pedazos
vuelven a romperse
una y mil veces más
en nuevos trocitos…
añicos.
La incerteza de quién soy
se refleja en el desmontable
de pedazos esparcidos
que componen la atmósfera
de mi aparente apariencia,
como el vapor de agua
configura las nubes,
formando mi figura.
Pero si me tocas estoy rota
compuesta por esos pedazos
que ni tan siquiera
asoman intención
de estar unidos por grietas
que los enmienden.
No,
flotantes inadvertidos
se suspenden
entre espacios vacíos.
Vulnerable,
ya no hay más rotura posible
que aquella que me desvanezca,
esfumando lo inexistente
de la poca nada que me queda
para dejar ninguna…
Y aún así,
a veces creo que soy yo
la que se empeña en romperse.
Aún así, a veces sé
que estas partículas rotas
de mi vulnerable figura
danzan permeables a la música
…aunque ahora no suena ninguna…
Permanecen a la posibilidad
permeables de ser lo que suene
gracias a las roturas.
Pero déjame recordarte
que soy vulnerable,
me quiebro,
y si me tocas
sabrás que estoy rota.
Me encanta Claudia, es una pasada y el final me impacta
Un abrazo hermosa